En los últimos años, el chai latte ha conquistado cafeterías y cocinas por igual. Pero cuando se fusiona con un espresso intenso, da lugar a una bebida especiada, aromática y energizante: el café chai latte que combina lo mejor del té, las especias y el café.
Hace unas semanas, decidí recrear en casa esa mezcla que tanto disfruto en la cafetería del centro. Preparé un espresso fuerte, le añadí una infusión de té negro con canela, cardamomo y jengibre, y lo coroné con leche de avena espumada. El resultado: un aroma dulce-picante que llenó la cocina y un sabor equilibrado, con un final cálido en la garganta. Desde entonces, es mi capricho favorito para días fríos.
¿Qué es un café chai latte?
El café chai latte es una versión moderna del tradicional «masala chai» indio. Originalmente, esta bebida se prepara con té negro, especias y leche. La versión latte occidental añade espuma de leche y, al incorporar espresso, se convierte en el café chai latte: una fusión entre dos culturas cafeteras.
Es importante no confundirlo con el chai latte clásico (sin café) o con el café con leche especiado. El equilibrio entre el amargor del espresso y la dulzura especiada del chai es lo que lo hace especial.
Ingredientes clave del café chai latte
- Té negro: la base tradicional. Opta por Assam o Ceylán para un sabor más robusto.
- Especias: canela, cardamomo, jengibre, clavo y pimienta negra son esenciales. Puedes usar una mezcla comercial o hacerla en casa.
- Café espresso: de tueste medio, 100% arábica para no opacar el chai.
- Leche: entera para un sabor clásico, o vegetal (avena, almendra) para versiones ligeras o veganas.
- Endulzante: miel, sirope de arce o simplemente el dulzor natural de la leche y las especias.
Beneficios y momento ideal para tomarlo
El café chai latte es perfecto para quienes buscan energía sin renunciar al placer de un sabor complejo y envolvente. Las especias aportan propiedades digestivas y antiinflamatorias, mientras que el café estimula sin llegar al nerviosismo de otros formatos más fuertes.

Ideal para tardes frías, como pausa reconfortante, o incluso como bebida social en casa.
Chai Latte
¿Qué es exactamente un chai latte?
Es una bebida hecha con té negro infusionado con especias (como canela, cardamomo, jengibre, clavo) a la que se le añade leche vaporizada o caliente para obtener una textura cremosa.
- Origen indio: Inspirado en el «masala chai» tradicional
- Base de té: Té negro fuerte, no café
- Especias aromáticas: Mezcla equilibrada y reconfortante
- Leche cremosa: Aporta suavidad y textura aterciopelada
- Dulzor opcional: Tradicionalmente dulce pero ajustable
¿Lleva café o cafeína típica del café?
No lleva café. Su contenido de cafeína proviene del té negro utilizado en la base de la infusión, que tiene aproximadamente la mitad de cafeína que un café.
- Cafeína del té negro: 40-70mg por taza (vs 95mg del café)
- Efecto más suave: La L-teanina del té modera el efecto estimulante
- Versión descafeinada: Disponible usando té negro descafeinado
- Alternativa rooibos: Sin cafeína, sabor especiado similar
- Dirty chai: Versión con shot de espresso añadido
¿Qué especias se usan frecuentemente en su preparación?
Las más comunes son canela, jengibre, cardamomo, clavo, pimienta negra y a veces anís estrellado u otras especias aromáticas.
- Canela en rama: 1-2 piezas, dulzor natural y calidez
- Jengibre fresco: 1-2cm rallado, toque picante y vigorizante
- Cardamomo: 4-6 vainas machacadas, aroma floral único
- Clavo de olor: 2-3 piezas, intenso (usar con moderación)
- Pimienta negra: 3-5 granos, calor sutil
- Opcional: Anís estrellado, nuez moscada, vainilla
- 240ml de agua + especias, hervir 5-7 min
- Añadir 2 bolsitas de té negro, infusionar 3-5 min
- Agregar 240ml de leche caliente
- Endulzar al gusto (miel, azúcar, jarabe)
¿Cómo ajustar dulzor sin que quede empalagoso?
Usando menos jarabe o azúcar, optar por edulcorantes moderados, o preparar una base de chai concentrada más pura y añadir leche sin azúcar adicional.
- Miel cruda: Dulzor natural que complementa las especias
- Azúcar de coco: Bajo índice glucémico, notas caramelizadas
- Jarabe de arce: Sabor complejo y menos empalagoso
- Sin endulzante: Las especias aportan dulzor percibido
- Stevia/eritritol: Para versión sin calorías
- Reducir gradualmente: Acostumbra tu paladar en 2 semanas
¿Se puede hacer con leche vegetal o versión vegana?
Sí, perfectamente. Leche de avena, almendra, soja u otras versiones «barista» funcionan bien, aunque el espumado y textura pueden variar según la elección.
- Leche de avena barista: La mejor opción, cremosa y espuma bien
- Leche de coco (lata): Muy cremosa, auténtica al chai indio
- Leche de anacardo: Textura sedosa, sabor neutro
- Leche de soja barista: Alto contenido proteico, buen espumado
- Leche de almendra: Más ligera, menos cremosa
- Evitar: Leches de arroz (demasiado acuosas)
¿Cómo lograr buena espuma en la leche?
Calienta la leche hasta unos 60-65 °C, usa un vaporizador o espumador, y vierte con control sobre la infusión de chai para lograr integración entre espuma y sabor.
- Vaporizador de máquina espresso: Método profesional, microespuma perfecta
- Espumador eléctrico: Rápido y efectivo, espuma consistente
- Frasco de vidrio: Agitar 30 seg, luego calentar en microondas
- Batidor manual: Batir en círculos mientras calienta
- Prensa francesa: Bombear el émbolo 20-30 veces con leche caliente
¿Qué errores comunes evitar al prepararlo?
Los errores más frecuentes que arruinan el sabor y textura del chai latte perfecto:
- Infusionar las especias demasiado tiempo: Sabor amargo y astringente (máximo 10 min para especias)
- Calentar la leche en exceso: Quema la textura y proteínas (nunca superar 70°C)
- Endulzar en frío: Difícil de disolver bien (endulzar mientras está caliente)
- No balancear bien proporción especias/leche: Muy especiado o muy lácteo (ratio 1:1 té concentrado:leche)
- Usar especias molidas viejas: Pierden aroma y potencia (preferir enteras y frescas)
- Hervir el té: Vuelve amargo (infusionar sin hervir)
- No colar bien: Residuos de especias en la bebida (colar dos veces si es necesario)
